El orgullo rojo, día Mundial del Pelirrojo.

¡Pelirroja de toda vida!
¡Pelirroja de toda vida!
Mi compañera de oficina, también es pelirroja.
Mi compañera de oficina, también es pelirroja.

¿Sabías que existe el Día Mundial del Pelirrojo?. En 2006 un fotógrafo convocó en un aviso a que visitaran la plaza Breda, en Holanda, gente pelirroja y hacer una foto. Desde entonces, personas pelirrojas de todo el mundo, visitan esta ciudad para celebrar el Orgullo del 1%. ¡¡¡YO QUIERO IR!!!.

 

Cuenta una leyenda que los romanos intentaron invadir Europa del este y fueron derrotados por unos bárbaros y grandes personajes de pelo rojo. Fue así que los pelirrojos invadieron a los romanos y es entonces cuando divulgaron que los pelirrojos traían mala suerte y que estaban endemoniados. Y así comenzó un bullying a los peli-naranjas. A mi no me ha pasado nunca, gracias a Dios, pero sacarme motes con cosas de color naranja, puedo exponer una gran lista. Zanahoria, uno de ellos: 

 

¡Qué viene "la Zanahoria"!. Siempre me ha gustado ese mote, todavía me llaman así.

 

De pequeña odiaba ser pelirroja porque me acuerdo que destacabas un montón. Estaba sentenciada.

Mi pelo y ser desapercibida, eran incompatibles. En campamentos, entre más de 100 niños, sólo estaba yo (ahí tenéis el 1%), en mi clase lo mismo, en el deporte, ¡igual!... No me gustaba nada eso y por ello quería cambiar el color de mi pelo, algo que mi madre siempre me ha prohibido. Con el paso del tiempo, en la adolescencia, había niñas que hicieron que esto cambiara, porque todas decían que mi pelo era bonito.

 

Un puntazo fue, cuando estuve trabajando en Gráficas Berlín, y ahí conocí a David Burriel, "mi compañero de al lao" por aquel entonces, que es pelirrojo a tope y parecíamos dos hermanicos diseñando juntos. Su hermano también es de los nuestros, por cierto... ¡Ah! y a Jessica Lázaro, otra pelirroja que también es diseñadora. ¡¡Con esta comparto pelo y apellido XD!!. A veces nos hemos juntado los 3 en alguna cena y hemos hecho mayoría.

 

Una anécdota que siempre me ha acompañado: cuando tenía 12 años, Pascuala, una señora mayor que vendía chucherías en el barrio, había sido pelirroja me dijo: Ya verás cuánto tardan en verse tus canas. ¡Y es verdad!. Cuanto me acuerdo de esa tarde, con 41 años, tener tengo, ¡¡pero no se ven!!.

 

En mi familia por parte de madre, somos 12 primos, y sólo dos, somos pelirrojas. Nuestro tío abuelo era pelirrojo y su madre (nuestra bisabuela) también era pelirroja. Pues ahí estamos las dos notas cuando nos juntamos toda la tribu. Dos puntos rojos o naranjas entre la multitud. Ahora nos echamos muchas risas y hacemos bromas con nuestro pelo y hasta cruzábamos los dedos para que el bebé que tuvo Verónica (mi prima peli-naranja), fuera pelirrojo. Pero no.

 

Y tan destacado es este pelo, que hasta mi logo es una muñeca pelirroja, me pareció divertido en su día aprovechar ese recurso para generar mi propia marca corporativa, mi pequeña Pizpi. Y como no, mi Ginger, que la elegí por esto mismo, ¡¡por ese color de pelo!!.

 

¡Felicidades a todos los panochos y panochas!